La estrategia de Misiones en el debate en comisión de la Ley Bases puso en evidencia una vez más a nivel nacional el acierto de las políticas públicas que lleva adelante la Renovación Neo ahora ya anticipada en el nombre elegido para este nuevo periodo: Innovación Federal.
Misiones apoyó en general la voluminosa norma propuesta para que llegara al recinto de la Cámara de Diputados, tal era la petición de su autor, el Poder Ejecutivo, pero con puntuales disidencias que trataría artículo por artículo con razonados fundamentos; defender los intereses de Misiones. Aunque no los únicos porque también hay cuestiones de envergadura nacional en las que tampoco está de acuerdo y por esa razón los legisladores misioneros y de otras provincias que han tomado el mismo nombre, Innovación Federal, han recibido la visita de grandes sectores de la sociedad afectados tanto por esta ley como por el DNU.
La trascendencia alcanzada por Misiones a nivel nacional no es gratuita tiene credibilidad en sus realidades: disciplina, austeridad, orden administrativo, superávit fiscal. Es más, este 31 de enero estará abonando a sus jubilados y pensionados, a los activos del Estado provincial, los haberes de este primero mes del año. Algo que, lamentablemente, muchas Provincias no podrán hacer.
Y estos logros pudieron alcanzarse partiendo de una Provincia quebrada, endeudada en dólares por 30 generaciones, con una mortalidad infantil que superaba la media nacional. De esa Provincia se hizo cargo el Frente Renovador, con la conducción de Carlos Rovira y un grupo de dirigentes peronistas, radicales, independientes, que innovadoramente rompieron con los esquemas de los partidos políticos mayoritarios que viven y gestionan en el país central, para atender los desatendidos legítimos intereses misioneros.
Esa realidad provincial no era sino la permanente falta de federalismo que empezó a quebrar las mayorías imaginadas como hegemonías eternas. Ya con la elección de la presidencia de Raúl Alfonsín se puso en claro la movilidad de la ciudadanía, de un electorado que pretendía romper moldes rescatar las Provincias y el país del atraso, la pobreza.
A fines de los 90 la Reforma Constitucional volvió a mostrar la puja y logro de las Provincias logrando que se reconociera su potestad soberana sobre sus recursos. Pero la letra pareció ser demasiado de vanguardia para ponerla en vigencia en todo el país. Excepto en Misiones, La Provincia ya venía pensando en un misionerismo que abrevaba en los albores de la independencia, que se nutrió con los inmigrantes y se fortaleció en la indiferencia nacional que los llevó a “arreglárselas solos”.
En los últimos años, las miradas de otras Provincias hicieron foto en Misiones: economía del conocimiento, políticas públicas de amplio consenso en materia de salud, educación, ambiente, siempre avaladas en las elecciones provinciales.
Porque Misiones salió de aquella crisis heredada más de 20 años atrás pensando en la gente, en los servicios del Estado: salud, educación, seguridad, vivienda, crecimiento económico. Con un Estado presente.
Aun con su perfil propio, Misiones siempre acompañó las gestiones presidenciales votadas por una mayoría de los argentinos. Lo mismo hizo ahora, pero haciendo saber de sus disidencias.
La gestión de Javier Milei tardó en darse cuenta pero terminó retirando el capítulo fiscal y artículos con los que Misiones no estaba de acuerdo porque perjudicaban a la Provincia-
¿Coincidencia? Lo mismo hizo una mayoría de Provincias indistintamente cual fuera su pertenencia partidaria. Si se mira con detenimiento se observará que las Provincias se mueven por sí solas, independientemente de “mandatos partidarios”,
Y que conforma una mayoría que tarda en entenderse pero que Misiones anticipó hace más de dos décadas.